STRESS Y FLORALES DEL DR. BACH

  

NOTA N° 365

STRESS Y FLORALES DEL DR. BACH

Este es un texto que relaciona el distress con los florales de Bach, dado que no puedo desconocer mis conocimientos como terapeuta floral, los textos que conectan psicoeducación con florales me atraen. Quizás vean que se nombran flores que ustedes desconocen,  si quieren saber de cada una me mandan un mensaje. Al final del texto verán el autor del mismo que es Eduardo Londers. Besos y Luces

Mi amigo el estrés

15 de mayo de 2014 a la(s) 8:42

Había leído artículos que contaban la cantidad de muertes que el estrés, la llamada epidemia del siglo XXI, había causado en el mundo. Pero no me los creí. Debemos estar hablando de distintos seres.

"El único lugar del mundo donde no existe estrés

es el cementerio. Quienes allí habitan no lo padecen:

la vida es serena, tranquila y sin problemas".

- Dr. Lair Ribeiro -

Cada vez que resisto a lo que está sucediendo se plantea una tensión interna que puede resolverse de muchas maneras. Y gracias a Dios tenemos en esta sociedad innumerables autores y especialistas dispuestos a decirnos qué hacer con esa tensión que, cuando no encuentra su vía de escape, puede acumularse y causarnos todo tipo de trastornos (descriptos en los propios libros escritos por ellos mismos).

Lo cierto es que desde que se inventó el estrés y sus encapsulados métodos paliativos (léase comienzo de la humanidad), la situación no ha mejorado gran cosa.

Hay abordajes que pregonan acomodar la realidad a nosotros, a puro ego, o transformar las cosas para que sean como nos resulten menos amenazadoras, y otros que promueven la aceptación a ultranza en la que "todo sucede por algo" y "hay que dejar ir" (sonrisa de Dalai Lama mientras lo digo), pasamos también por pastillas para adormecer y relajar, y hasta el uso de las Flores de Bach como si fueran "la medicina para el estrés".  Con cualquiera de estos "secretos" lo que logramos es disminuir la sensación y continuar funcionales para lo que la sociedad demande, pero alejados definitivamente de la sensibilidad.

Todas las alternativas tienen su uso, y cada uno es dueño de elegir sus senderos.

Pero intentar vivir sin estrés es como jugar al ajedrez con una pieza menos porque no entendemos cómo se mueve: se puede hacer, pero no es el tema.

Existe una vía diferente, en la que el estrés no es más un enemigo, sino una fuente de sabiduría sobre mi ser, mis tendencias, mis procesos. En esta vía imaginaria, lo que pasa y lo que me pasa son información pura, lista para ser aprovechada en mi aprendizaje.

Acá reaparecen las Flores de Bach, pero ya no en condición de "remedios para el estrés", sino de acompañantes de las emociones que van surgiendo, casi luces para que nuestra conciencia las incorpore a su paleta de colores a medida que nos volvemos seres más completos.

Porque, en definitiva, lo mejor que podemos hacer frente a lo que sucede en el exterior (o lo que creemos que sucede), no va a ser siempre igual. Incluso frente a una misma situación, en dos momentos distintos, podrían corresponder como ideales dos respuestas diferentes.

Y con el incremento de la complejidad en nuestras vidas (ya sea a nivel social o simplemente por nuestra ubicación en el ciclo vital), ya no se trata de las simples respuestas de mi libro de rescate: luchar o huir (y sino un poquito de estrés hasta que nos decidamos).

En el primer nivel de tensión están las exigencias. Las exigencias surgen por tener una idea predeterminada de "cómo deben ser las cosas".

Rock Water es la Flor de Bach que podemos considerar cuando volcamos la exigencia sobre nosotros mismos. Son esas personas que siempre se exigen un poco más, nunca un ratito para disfrutar o un permiso.

Vine es beneficiosa cuando quiero forzar que los demás piensen como yo.

Por otro lado está Beech, que es la esencia que el doctor Bach recomendaba a quienes critican todo sobre los demás. Si sentís que tenés que tomar esta hacelo, pero probablemente no estés pasando un gran estrés. Al reducir las criticas y juicios sobre todo vas a librar de estrés a aquellos que están a tu alrededor y son ellos los que me van a llamar para agradecerme. Pero a vos te va a venir una nueva ráfaga de energía fresca, para usarla en lo que te haga bien.

Los conflictos con el manejo del tiempo crean toda una categoría de estrés.

La impaciencia, por ejemplo. ¿Yo me muevo muy rápido o el resto demasiado lento? Juro que escuché bocinazos desenfrenados el viernes de Pascua en una calle en la que había unos tres autos contando el mío. La esencia Floral de Impatiens puede ayudar a equilibrar esta percepción errónea de que el tiempo es demasiado poco en un Universo definido como eternidad.

La anticipación es otra cosa. Cuando sentimos que no vamos a ser adecuados para algo de lo que vamos a participar luego. Entonces se crea una sensación de apremio desde que sabemos hasta que llega el momento. En este sentido puede ayudar el floral Larch.

Y recordando el pasado, la culpa es fuente de estrés porque no podemos cambiar algo que ya fue hecho, aunque le demos una y otra vuelta. Podemos reflexionar y aprender. Podemos ser diferentes en otra oportunidad. Pero eso es todo, y la esencia floral de Pine nos enseña este poderoso concepto. Digo poderoso porque la energía que retenemos en la culpa puede ser muy útil para otras necesidades de nuestra evolución.

Los miedos son una inagotable fuente de estrés. No es tanto lo que nos produce el miedo como la forma que reaccionamos frente a él, esa anticipación que se va apoderando de nuestra mente y en la que la causa del miedo y sus posibles consecuencias toman un papel tan protagónico que terminamos por perder el control de lo que "podemos hacer".

Entonces los florales para los miedos pueden ayudarnos a conocernos más, darle la justa medida a cada uno de los horribles fantasmas que nos quieren atrapar.

Aspen nos va a ayudar cuando sea temor por cosas desconocidas, y Mimulus cuando sea por situaciones familiares (con las cuales el miedo pierde aún más su lógica).

Pero en particular quiero señalar a Rock Rose, porque es el indicado cuando llegamos a la situación en la que se nos hace difícil elegir nuestra acción adecuada, porque estamos tan asustados o en shock.

Otra área de contaminación mental que incrementa innecesariamente el estrés es el diálogo interno negativo, causante de muchos de nuestros problemas. Acá resulta interesante considerar a White Chestnut, que es el floral indicado cuando no podemos parar el disco rayado, fijos en una idea o grupo de pensamientos repetitivos. Esto va levantando la temperatura emocional interna.

Y también Red Chestnut, porque nos ayuda cuando nos angustiamos o inquietamos demasiado por otros (especialmente cuando nada podemos hacer porque no estamos allí).  Esto también surge del diálogo interno negativo y no creo que sea una preocupación saludable ni nazca del amor, que son las justificaciones generales. A propósito, en mi mundo las preocupaciones saludables no existen.

La incertidumbre frente a lo próximo puede ser una fuente de tensión excesiva, sobre todo si el tema es muy importante o se prolonga demasiado sin resolución.

Wild Oat nos ayuda a decidir nuestro camino y suma cuando nos sentimos estancados en los lugares comunes.

Walnut a adaptarnos al cambio o cambios, o incluso promover el cambio libres de influencias externas.

Ambas pueden ser útiles juntas o separadas.

Aprender de nuestros errores o incorporar nuevas perspectivas puede ayudarnos o incluso prepararnos cuando hay incertidumbre (o cuando reflexionamos sobre lo que nos causó culpa). En este sentido está el floral del aprendizaje, Chestnut Bud, que nos ayuda a no repetir pasos que no fueron fructíferos.

Podríamos hablar también sobre el resentimiento, la propia angustia, la ansiedad y hasta la tristeza como originadoras de estrés nocivo. Pero el punto ha sido ampliamente planteado. Realmente todo lo que sucede en el mundo de las emociones, en el de las relaciones y en casi todos los mundos, produce cambios, tensiones y adaptaciones.

Por eso, es fundamental en el juego de la vida hacernos amigos de estos tres grandes maestros.

Eduardo Londner

elondner@londner.com.ar

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