miércoles, 8 de julio de 2015

LOS SABORES

NOTA Nº 13

LOS SABORES

La Medicina tradicional China argumenta que cada alimento tiene una correspondencia energética con los órganos del cuerpo de acuerdo a su color, sabor y naturaleza (fría, tibia, caliente.)

 La naturaleza de un alimento se puede deducir por el efecto que causa en el organismo. Por ejemplo, comer un pedazo de ají nos quema la garganta y nos puede inclusive hacer sudar, de allí deducimos que su naturaleza es caliente, lo mismo pasaría con el ajo o el jengibre. Un trozo de sandía o piña o un vaso de chicha morada nos refresca, debido a que su naturaleza es fría. Existen alimentos con efectos más suaves, tibios o frescos y otros con naturaleza neutra, es decir que no afectan la temperatura del cuerpo.



 En cuanto al sabor, se distinguen cinco: dulce, salado, picante, amargo y ácido. Cada sabor tiene correspondencia directa con los órganos del cuerpo:
el sabor dulce está relacionado con el Bazo y el Estómago;
 el sabor salado con Riñones y Vejiga;
el picante con Pulmones e Intestino Grueso;
el amargo con el Corazón e Intestino Delgado
 y el ácido con Hígado y Vesícula Biliar.

Cada sabor tomado en moderada cantidad tonifica el órgano relacionado y es beneficioso para todo el organismo pero si se abusa de algún sabor en particular éste dañará los órganos en cuestión. Por ejemplo: una cucharada pequeña de miel de abeja nos otorga energía, tonificando Bazo y Estómago; ambos órganos promotores de energía según la Medicina tradicional China. Un pedazo enorme de torta, en cambio, dañará a ambos órganos evidenciando síntomas característicos como: mucosidades, humedad, pesadez, hinchazón abdominal, etc

 Hay alimentos que tienen más de un sabor, por ejemplo la naranja es ácida y dulce, el aceite de ajonjolí es dulce y amargo, la cúrcuma es picante y amarga, etc. Una dieta equilibrada deberá contener todos los sabores, pero siempre debe predominar el sabor dulce (cereales por ejemplo) ya que según la Medicina China, el Bazo y el Estómago son el Centro Energético del organismo.

Según la MTCH también el color de los alimentos está relacionado con los órganos.
 Los alimentos rojos benefician al corazón,
 los blancos a los pulmones,
 los verdes al hígado,
 los muy oscuros y negros a los riñones,
 los amarillos y anaranjados al bazo.

 Veamos ahora cómo se manifiesta el ciclo de control o explotación con los sabores representada por la estrella que se forma en el centro del gráfico:

 Picante: teniendo en cuenta los elementos, el Metal explota a Madera disminuyendo sus actividades. El sabor picante controla las actividades del Hígado. De hecho, cuando un individuo presenta una afección hepática no soporta los alimentos de sabor picante.

 Ácido: La Madera explota a Tierra. Un consumo excesivo de ácido termina afectando a Estómago, produciendo úlceras. Del mismo modo, individuos aquejados de debilidad en la mucosa gástrica no permiten el uso de alimentos ácidos.

 Dulce: La Tierra explota al Agua. El dulce ya se conoce como el ladrón del calcio, con lo que un exceso de dulce termina afectado a las funciones de Riñón, teniendo en cuenta que este órgano es el que se encarga del buen funcionamiento de los huesos. “Todo lo que es bueno para el Bazo es malo para el espinazo”. Los individuos muy obesos tienen problemas de sustento por parte de los huesos con lo que no deben excederse en el consumo de dulces

 Salado: El Agua explota a Fuego. El sabor salado aporta electrolitos, retiene agua, y con ello aumenta la concentración de sodio en la sangre y la retención de líquidos, con lo que el Corazón tiene que esforzarse mucho más en hacer mover los líquidos y la sangre, aumenta la tensión arterial.

 Amargo: El Fuego explota al Metal. El sabor amargo tiene la característica de secar, de purgar el calor y de secar la humedad, con lo que aquellos individuos que consumen mucho amargo, terminan presentando un aspecto cutáneo reseco, arrugado y envejecido, pues el buen estado de la piel depende directamente del buen funcionamiento de Pulmón.





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